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miércoles, 24 de junio de 2015

COMO COLOCAMOS LAS COPAS EN NUESTRA MESA

A la hora de colocar las copas, tenemos que haber pensado las bebidas que se van a servir a lo largo de la comida. Habitualmente, se suele colocar simplemente una copa de agua, a la izquierda y una copa de vino, a su derecha. Siempre colocadas en la parte superior frente al plato. Esta, podemos decir, es la forma de poner las copas "a diario". Incluso en muchos restaurantes serán esas únicas piezas de la cristalería que habrá dispuestas. Luego podrán poner más copas u otras distintas en función de la bebida solicitada.

Pero como hemos dicho, anteriormente, en Navidades, es habitual hacer un mayor despliegue de elementos, y la cristalería no va a ser menos. No es conveniente, tampoco, inundar la mesa de piezas, para exponer toda nuestra cristalería, pero si podemos colocar alguna copa más de las habituales. La mesa en estas fechas suele estar muy recargada de elementos decorativos, y no hay que cargarla, aún más, con muchos cubiertos, copas, etc.

Podemos optar por colocar, una copa de agua, una de vino tinto, una de vino blanco y la copa de cava. Son suficientes para una mesa elegante. Por supuesto que se pueden poner otras muchas, como una copa de vino de Jerez, para el aperitivo, por ejemplo, etc. Pero como decimos no conviene abusar (ni complicar la vida a nuestros familiares y amigos).

El orden de las copas suele ser: copa de agua, de vino tinto, de vino blanco y de cava, aunque no hay una regla fija y esta colocación puede variar.

Las copas se sitúan frente al plato, y se pueden colocar en una hilera recta, en diagonal respecto al plato, o haciendo una pequeña elipse (curva).
Ni que decir tiene, que todas las copas deben ser de la misma cristalería, es decir, deben tener el mismo diseño, talla, forma y color (si tuviera algún tipo de tono o color). Por supuesto, que es recomendable utilizar cristal transparente y con poca talla, para hacer más elegante nuestra mesa. No obstante, existen en el mercado diseños más atrevidos, que pueden quedar y combinar estupendamente en nuestra mesa.

Aunque se vayan a servir más bebidas, cosa bastante habitual en estas fiestas, es mejor no cargar la mesa de copas, y disponer las mismas en el momento de servir la bebida.
Al final de la comida sólo debería quedar la copa para el vino de postre, la copa de vino espumoso y la copa del agua.
Las copas deben estar perfectamente limpias y transparentes, así como en un buen estado de conservación, evitando poner cualquier tipo de pieza rayada o saltada.


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