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sábado, 30 de abril de 2016

MANCHAS EN LA PIEL DE NUESTRAS MANOS Y ROSTRO

Según pasen los años, van apareciendo en nuestra piel de rostro y manos, manchas que nos desagradan. eh aquí una receta sencilla par atenuarlas.

Para hacer este remedio casero necesitaras perejil, limón o vinagre de manzana y agua.
El perejil tiene múltiples propiedades por su alto contenido de minerales y vitaminas A, B1, B2, C y D Y ADEMAS CONTIENE aceites esenciales, potasio y manganeso.
Ingredientes:
  • 2 cucharadas de hojas de perejil picado
  • 1 cucharadita de jugo de limón o vinagre de manzana
  • 200 ml. de agua
Método de preparación:
  • Deberás poner a hervir los 200 ml de agua y después verter sobre 2 cucharadas de hojas de perejil fresco picadas. Cocínalas durante 15 minutos a fuego lento.
  • Retira el recipiente del fuego y espera a que esté completamente frío.
  • Ahora añade 1 cucharadita de jugo de limón o vinagre de manzana.
  • Vierte el contenido en un contenedor de vidrio y guárdalo en el refrigerador.

Modo de uso

Deberás de aplicar esta solución durante la mañana y la tarde en las zonas donde tengas pecas, ya sea en las manos, brazos o en el rostro.
La función de esta solución es cerrar los poros de la piel, además de limpiarla y blanquearla.
Si la utilizas a diario verás resultados positivos en un mes, así que solo hay que ser muy paciente y constante, además de que te ahorras una buena cantidad de dinero si compraras los cosméticos.

Te dejo el link de Universo Natural de allí se basa esta nota:

miércoles, 13 de abril de 2016

ADIÓS MAESTRO MARIANO MORES


domingo, 10 de abril de 2016

SANTOS PAGOS

Ubicada en la ciudad de La Plata en la avenida 44 entre 133 a 135 y de 44 a 46, allí hoy se la utiliza como Escuela de Cadetes del Servicio Penitenciario de Policía de la provincia de Buenos Aires. En agosto de 1969, la provincia compra esta quinta y posteriormente se la utiliza para la escuela penitenciaria. 
foto: http://farm8.staticflickr.com/7304/13062297983_506c786af3_b.jpg
Santos Pagos como se la conocía,  era La residencia de don Orestes Santos Pagos, siendo una de las más suntuosas de la ciudad de La Plata en los años treinta.
Don Santos Pagos como le decían, había nacido en Abruzo, Italia, era muy generoso de la ciudad donde residía, siempre buscaba lo mejor para su crecimiento. El era un empresario constructor y dueño de esa gran mansión verde y florida que iluminaba la entrada oeste a la ciudad.

La quinta tenía hermosos árboles frutales y muchos jaulones con hermosos pájaros tropicales y faisanes, y múltiples caminos sinuosos bordeados de rosales que conducían a la casona y también a un invernáculo donde se cultivaban orquídeas (su hobby). Además contaba con una larga hilera de vides, de las cuales colgaban enormes racimos de uva que formarían más tarde un vino exquisito.
Mirador
La casona era visitada por alumnos de escuelas locales, principalmente de la escuela Italiana. Muchos materiales para su construcción se trajeron de Europa, principalmente los mármoles de carrara que se utilizaron en baños y chimeneas.
Otro dato relevante es que un porcentaje de la producción frutihortícola que se producía en la quinta, era destinado para repartir entre las familias que habían sufrido el drama de la guerra. 

La casona fue declarada de Interés Cultural de la Municipalidad de La Plata y, en el año 2007 el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires mediante la Ley 13.702 declararon el conjunto artístico arquitectónico que compone este predio como Patrimonio Cultural en la Provincia de Buenos Aires.
Un poco de historia de la gente que también vivió en la casona:

Francisco Mancini, fue un italiano que llego alrededor de 1945 a La Argentina y encontró trabajo en la casona. El se ocupaba de cuidar el predio y de controlar las herramientas y la producción de frutas. 
Luego fueron llegando sus hijos con sus familias. Una de las hijas de Francisco era María Mancini casada con Luciano Falcone, y tenían dos hijos, Miguel y Nicolás. 
Vivieron allí unos años hasta que fueron comprando sus terrenos en los alrededores e hicieron sus propias casas. Uno de sus hijos, Miguel Falcone es mi esposo. Muchas de las historias que relato me las contó mi esposo el cual tiene bellos recuerdos de su infancia en su estadía en la casona.


Parte de la información también fue obtenida de http://www.laplatamagica.com.ar/web