Dijo Aristóteles:
La mujer griega y cualquier mujer en general
tiene un cerebro que no le permite razonar, es muy inestable y por ello cambia
de opinión permanentemente, habla demás y eso hace que no cumpla jamás con su
palabra, y durante su inestabilidad grita y llora para defenderse o excusarse.
En cambio, el hombre, razona siempre con mucha lógica debido a que piensa con su cabeza; ellas no razonan, no usan su cabeza, sino que por el contrario piensan con la matriz o hystera, palabra que viene del griego “hysteron” y que significa útero. Y es de allí de donde proviene el vocablo de la histeria femenina.
Aunque Aristóteles reduce el papel de las mujeres en la sociedad, reconoció, que la mujer tiene menos tendencia al desaliento, es más descarada y más mentirosa, más tramposa y de memoria más fiel.
Y afirmo que durante el acto sexual y pensando en la procreación el padre (y no la madre) es quien introduce el alma sensitiva en el embrión, asi como su forma y género.
El hecho de que un hijo varón se pareciera a su madre y a los antepasados de esta puede explicarse por un fracaso en la transmisión de la forma del padre debido a su astenia o a la vacilación de su potencia.
Aristóteles tacha de
monstruos a los varones que no se parecen al progenitor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Te espero... visitame y déjame tu comentario.