¿Sabes cómo nace la costumbre de tener en
casa el arbol de Navidad y porque se lo decora?, bueno, acá te lo cuento:
Los pueblos germanicos tenían la costumbre de adorar
los árboles y utilizaban el concepto de bosque sagrado o nemeton
cuyo significado es el de santuario.
El nemeton solía ser un
santuario cercado por vallas de madera y en su interior estaban los árboles,
abetos o robles y allí se reunían los germanos (druidas germanos) para adorarlos.
En la primera mitad del siglo VII (600-700 dc), los alemanes celebraban la Navidad adorando a un abeto (pino) el cual tenía su follaje en contacto con el mundo exterior y sus raíces unidas al mundo de los muertos, de esta manera se unía a los dos mundos y por su tronco se transitaba de un mundo al otro.
San Bonifacio (680-754), evangelizador y Apóstol de los alemanes, en el día de Navidad predicándoles un sermón, trato de convencerlos de que el roble que veneraban no era ni sagrado, ni inviolable. Viendo, que no podía convencerlos, para demostrarles que lo que adoraban era un simple arbol, San Bonifacio tomo un hacha y derribo uno de los enormes robles.
Este en su caída provoco como un efecto domino y fue volteando a los siguientes robles y abetos, excepto uno pequeño que estaba al final del recorrido. San Bonifacio, sorprendido vio como el pequeño abeto sobrevivió, e interpreto la supervivencia del arbol como un milagro, y les dijo en su sermón a los germanos: “llamémosle el arbol del niño Jesús”. Por su forma triangular, representa la Santísima Trinidad en el cristianismo.
Los siguientes años de
este acontecimiento, los cristianos celebraban sus fiestas plantando abetos (pinos).
AHORA VEREMOS CUANDO EMPEZARON A ADORNAR EL ARBOL DEL NIÑO JESÚS:
Hay constancias de que en
la Europa del siglo XVI (1500-1600 dc), se los decoraba para festejar la
Navidad. esto está demostrado a través de una ordenanza forestal encontrada en
Ammerschweier, Alsacia, la cual establecía que ningún aldeano podía tener en su
casa más de un arbol de Navidad, y su altura superior nunca debería ser mayor a
ocho veces la longitud de su zapato.
En esa época se los
decoraba colgando en el abeto “rosas de papel de colores, manzanas y dulces”. Esta
costumbre se extendió a varios países de Europa entre los años 1813 a 1840,
ingresando en América con la inmigración nórdica y alemana en los Estados Unidos
al final del siglo XIX.
Los colores asociados a
esta festividad son el verde y el rojo; el
verde simboliza la fertilidad, la esperanza, la resurrección y la eternidad,
mientras que el rojo representa la
fortuna, la salud, la pasión y el vigor.
LOS ELEMENTOS DECORATIVOS Y SUS SIGNIFICADOS
· Estrella: colocada generalmente en la punta del árbol, representa la fe que debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella de Belén.
·
Esfera: al parecer en un principio San Bonifacio adornó el árbol con manzanas, representando con ellas las tentaciones. Hoy día, se acostumbra a colocar
bolas o esferas (en algunas regiones también llamadas bambalinas o chirimbolos),
que simbolizan los dones de Dios a los hombres.
·
Lazos: Siempre se ha pensado que los lazos representan la
unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desean dar
y recibir.
·
Luces: en un principio velas, representan la luz de Cristo.
SIGNIFICADO RELIGIOSO
El árbol de Navidad recuerda al árbol
del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde vino el pecado original; y por lo tanto recuerda que
Jesucristo ha venido a ser Mesías prometido para la reconciliación.
Pero también representa al arbol de la Vida o la vida eterna, por ser de
tipo perenne. Por otra parte, el árbol navideño simboliza la
descendencia y el brote del Arbol de Jesé que sería Jesús, el culmen de las
profecías.
La forma triangular del árbol (por ser
generalmente una conífera, con particular incidencia del abeto) representa a
la Santísima Trinidad. Las oraciones que se realizan durante
el Adviento se diferencian por un color determinado, y cada uno
simboliza un tipo:
·
El azul para las oraciones de reconciliación.
·
El plata para las de agradecimiento.
·
El oro para las de alabanza.
·
El verde para las de abundancia, fortaleza y naturaleza.
Fuentes:
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